Ecomuseo Minero Valle de Samuño

En el museo langreano el protagonista es el transporte, el tren de los mineros, y el emblemático pozo San Luis, declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno del Principado de Asturias. La recuperación de las trincheras de los ferrocarriles que comunicaban las explotaciones de montaña del Valle del Samuño permite a los visitantes del Ecomuseo subirse a un auténtico tren minero en la Estación de El Cadavíu y recorrer los antiguos caminos del carbón hasta el Pozo San Luis de La Nueva entre escombreras de carbón enmascaradas por la vegetación junto a restos de antiguas bocaminas que nos evocan a cargaderos, lavaderos y tolvas.

El tren minero asciende entre el bosque por la ribera del río hasta llegar al Pozo Samuño, allí se adentra en la oscuridad del Socavón Emilia, una mina de montaña del siglo XIX que se recorre bajo tierra durante algo más de un kilómetro hasta el desembarque a 32 metros de profundidad, allí los guías mineros reciben a los pasajeros que ascienden al exterior para continuar la visita a las diferentes instalaciones del Pozo San Luis.

Profundizado entre 1928 y 1930 por la empresa Carbones de La Nueva de la Real Compañía Asturiana de Minas, en el Pozo San Luis destaca su imponente Casa de Máquinas de estilo modernista, el castillete y el resto de edificios que se distribuyen en torno a la plaza del pozo, y que, dotados de piezas industriales y mineras de gran valor museístico y contenidos interpretativos, sumergen al visitante en la historia de la mina, en funcionamiento hasta 1969.

La Casa de Aseos alberga el Centro de Interpretación del Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras, un entorno marcado por las huellas y los vestigios de un legendario pasado minero que animan a caminar por sus rutas y senderos en la naturaleza tras el viaje en el tren minero.