Las cuencas mineras asturianas cuentan con la oferta más completa del mundo de turismo basado en el carbón, un recurso que el Museo de la Minería, el Ecomuseo de Samuño y el Pozo Sotón pretenden ahora potenciar con la creación de la marca «Minas de Asturias».

La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la hullera pública Hunosa y los ayuntamientos de Langreo y San Martín del Rey Aurelio, ha sido presentada hoy en el expositor con el que Asturias está presente en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid.

En este espacio han presentado el logotipo de la marca, una nueva web, un catálogo y un vídeo promocional con el que pretenden dar a conocer fuera de Asturias los recursos turísticos de carácter industrial que hay en las cuencas centrales.

Tras décadas de reconversión en los que la actividad minera se ha visto reducida drásticamente, el turismo busca su hueco y se suma a la diversificación de la economía de estas comarcas.

Los tres centros que integran esta acción promocional suman ya más de dos millones de visitas y están convencidos de las potencialidades que ofrece el turismo vinculado al carbón.

Los menos osados pueden visitar los pozos, algunos reconvertidos en museos o viajar en trenes mineros, pero los más atrevidos también pueden bajar a casi seiscientos metros de profundidad, acompañados de mineros, y, pico en mano, arrancar una piedra de carbón o barrenar una galería.

Bajo el suelo de las comarcas mineras del centro de Asturias se extiende una red de túneles de más de cinco mil kilómetros de longitud, túneles que, en ocasiones, transcurren a más de dos mil metros de la superficie, lo que constituye uno de los mayores laberintos que pueden visitarse en el mundo.

En su construcción trabajaron a o largo de 260 años unos cuatrocientos mil trabajadores, de los que unos 5.000 fallecieron en su interior.

Como la inglesa, la belga, la francesa y la alemana, la minería asturiana atesora valores históricos, socioculturales, técnicos y antropológicos que, según «Minas de Asturias», merece la pena conocer y a los que el turista puede acercarse a través de los centros que integran este proyecto.

Según Hunosa, el turismo industrial es un recurso que está funcionando con éxito en otros países, un sector que vive un momento de crecimiento ya que los turistas reclaman cada vez ofertas más diferenciadas.

El Pozo Sotón es una explotación hullera de la empresa pública Hunosa que a mediados de 2015 se convirtió en la primera mina del mundo que ofrece al visitante la posibilidad de ser minero por un día «trabajando» a seiscientos metros de profundidad.

Por razones de seguridad, la entrada es restringida a sólo 30 personas al día, visitantes que, equipados con su autorrescatador y su lámpara de mina, pican carbón, barrenan galerías o viajan en trenes de trabajadores que circulan a un kilómetro de la superficie.

El Museo de la Minería y la Industria de Asturias, calificado como museo industrial, científico y técnico por el Ministerio de Cultura e integrado en la Red Europea de Museos Mineros, es el veterano del grupo ya que está en marcha desde 1994.

Sus salas encierran fondos de referencia nacional e internacional en materia de explosivos, fósiles o locomotoras de vapor, pero su máximo atractivo lo constituye la mina imagen, un recurso pedagógico y lúdico enfocado a la familia, en particular a los niños y el tren subterráneo que conduce a los visitantes hasta el Pozo San Vicente, primera mina que funcionó en España como cooperativa.

En el museo langreano del Ecomuseo Minero del Valle de Samuño el protagonista es el transporte, el tren de los mineros, y el emblemático pozo San Luis, declarado Bien de Interés Cultural.

El consejero de Turismo, Isaac Pola, ha destacado que el patrimonio industrial ha dejado de ser un potencial para ser ya un activo turístico y que con «Minas de Asturias» se inicia ahora un largo camino del que saldrán nuevas oportunidades de negocio que hay que saber aprovechar.

Más de ochenta actos culturales, deportivos, litúrgicos e institucionales se sucederán a lo largo de este año para celebrar el centenario de la coronación de la Virgen de Covadonga, los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias y la creación, hace un siglo, del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

Tres efemérides que, según el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, deben ser una oportunidad para mostrar la identidad inclusiva de Asturias, no sólo con vistas al pasado, sino como una oportunidad para que la región se proyecte al futuro «con mucho ánimo y mucha fuerza».

Para la ocasión se ha creado una marca institucional propia bajo el lema «Covadonga Centenarios 2018» y un logotipo que integra las imágenes de la Virgen de Covadonga, la Cruz de la Victoria y los Picos de Europa que han sido presentados hoy en el expositor que Asturias dispone en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid.

De hecho, los Centenarios de Covadonga forman parte destacada del nuevo expositor de Asturias en Fitur, con grandes fotografías en los que se aprecia de forma destaca el Real Sitio rodeado de montañas y de una frondosa vegetación.

La presentación de estos actos conmemorativos ha tenido lugar hoy en Oviedo en un acto que ha contado con la presencia de los consejeros de Presidencia, Guillermo Martínez, y Turismo, Isaac Pola; el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González, y el vicario general del arzobispado, Jorge Juan Fernández Sangrador;

Gobierno de Asturias, Arzobispado de Oviedo y Ayuntamiento de Cangas de Onís colaboran en la celebración de estas tres efemérides desde un grupo trabajo que se ha encargado de coordinar los actos a celebrar.

Más de la mitad de las acciones previstas, a las que se sumarán otras en los próximos meses, serán de carácter cultural, como exposiciones fotográficas, pictóricas y cartográficas, conciertos, ciclos de cine y mesas redondas.

Los eventos se desarrollarán en el Real Sitio y en los diferentes municipios del Parque Nacional de Picos de Europa, especialmente en Cangas de Onís, y también en Oviedo y Gijón

Entre las actividades más destacadas se encuentra la exposición fotográfica itinerante «Ayer y hoy de los Picos de Europa», que podrá verse en Covadonga, Panes, Benia de Onís, Alles, Sames y Arenas de Cabrales, y un ciclo de conciertos sinfónicos por parte de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), el Coro de la Fundación Princesa de Asturias y la Escolanía de Covadonga.

En el Museo de Bellas Artes se expondrá la obra Procesión en Covadonga 1850-1851, de Gerardo Pérez Villamil, propiedad de Patrimonio Nacional.

Los eventos incluyen también un simposio sobre «El Reino de Asturias y Europa, sobre la historia, la política y la espiritualidad en el contexto europeo de los siglos VIII y IX», la edición de un libro, y la celebración de diez fiestas y ferias vinculadas a productos agroalimentarios y a la pesca.

En cuanto a la parte litúrgica, la apertura del Año Jubilar contará con la presencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española, encuentros de religiosos y misioneros, una jornada regional de la juventud y unas jornadas de la Sociedad Española de Mariología.

El tercer eje del programa suma 13 acontecimientos deportivos, entre los que destacan la vuelta a Picos de Europa en moto, con 300 participantes y 230 kilómetros de recorrido, y la ascensión simultánea las cimas de más de 200 metros.

El área institucional prevé la presentación de un sello y matasellos conmemorativo de la declaración del Parque Nacional de Covadonga y tendrá como epicentro el Día de Asturias, en el que se plantará un árbol en el jardín del Príncipe, como hace un siglo hizo Alfonso XIII durante su visita al Real Sitio, y se inaugurará el Mirador de la Princesa.

La promoción turística contempla una campaña específica de turismo religioso y la inclusión del logotipo conmemorativo en la promoción de «Vuelve al Paraíso».

Para Pola, estas conmemoraciones suponen una excepcional oportunidad para dar a conocer lo que es Asturias y de dónde vienen los asturianos, cuestión sobre la que incidió Martínez la afirmar que «hay que poner en valor el significado de la identidad» asturiana en una región que «ha sabido ser un ejemplo de identidad inclusiva».

Sangrador ha asegurado que Asturias ya era un paraíso natural en el siglo XVI y el alcalde de Cangas de Onís ha asegurado que este municipio será en 2018 «la máxima sede de la historia española y asturiana».

Fuente: http://www.elcomercio.es